sábado, 7 de mayo de 2011

Los cuentos: recurso esencial en la enseñanza del español

Soy una lectora empedernida, debo reconocerlo. Como maestra de español, siempre siento que mi función debe ir más allá de la enseñanza del idioma. Y la lectura es una conducta que intento introducir en mis clases. La lectura expande horizontes, nos brinda saber, nos brinda poder, nos convierte en seres pensantes en épocas en que la automatización conquista las mentes débiles. Al término de mis clases de español, siempre habrá una frase, una idea que quede picando en la cabeza del alumno, más allá de ser y estar o de indefinido y el  imperfecto. ¿Cómo lo hago? Los cuentos me ayudan. Sígueme y te lo cuento.
La parte de la casa que más me gustaba en mi infancia, era ese pasillo, espacio que comunicaba entre las habitaciones, donde mi madre había ubicado su biblioteca. Cientos de libros, en un espacio reducido. Yo me sentaba en el medio y leía los títulos, sentía el calor de las historias, me sentía abrazada por todos esos personajes perdidos en tantos cuentos, me sentía segura.

No creo que el amor por la lectura sea genético, es una costumbre adquirida y que nunca es tarde para adquirir. Es cierto, yo tuve mi gran maestra en este sentido, mi madre, siempre acompañada con sus lentes y libro en mano.  Este amor por los libros intento transmitir en mis clases.

¿Pero cómo hacerlo? Al fin y al cabo, los alumnos sólo han venido a estudiar español. ¡Es que la lectura es gran instrumento para la enseñanza! Y cuando me refiero a lectura, no me refiero a textos o cuentos vacíos, inventados para los alumnos, para aplicar o practicar tal o cual estructura. Me refiero a cuentos "de verdad", a lecturas reales.

Niveles iniciales
Es cierto, cuando los alumnos recién comienzan no podemos darles un cuento de Borges, pero podemos comenzar a inculcar este hábito desde el principio: aprender leyendo, aprender debatiendo lo leído. Por ejemplo, en niveles básicos, después de haber estudiado, por lo menos, verbos en presente, les doy a leer "Táctica y estrategia" poema de Benedetti, aunque no sea un cuento, me ayuda a introducir lecturas reales. Buena oportunidad para presentar el voceo rioplatense y conocer a este grande de las palabras latinas. También me gusta leerles o que ellos mismos lean el Poema Número 20  de Neruda. Este poema puede trabajarse después de haber estudiado el Pretérito Perfecto y el indefinido. Cuánto hemos analizado la frase "Y el verso cae al alma como pasto el rocío" y cuántos se han emocionado al escuchar por primera vez "Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido." Con este poema se pueden hacer preguntas como: ¿A quién escribe el poeta? ¿Qué creen que pasó entre el poeta y la protagonista de la poesía? Se les puede pedir a los alumnos que inventen una historia que anteceda al poema. Seguramente no será fácil para los alumnos entender totalmente la poesía, mucho vocabulario desconocido, mucha metáfora. Pero para eso estamos nosotros, los maestros. Nosotros podemos preparar una lista de antemano con el vocabulario y ser generosos con las estructuras desconocidas, prestándoselas a los alumnos aunque éstas no se hayan estudiado todavía.

Pero volviendo al nivel inicial, me gusta trabajar con los alumnos de nivel básico micro-relatos o fragmentos de textos. Aunque sean bien cortos, nos pueden contar una gran historia. Por ejemplo, para clase de reflexivos, propongo uno de Cortázar "Amor 77". "Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son."  ¿Quiénes son los protagonistas? ¿Cuál es el nudo de este fragmento? ¿Qué es "todo lo que hacen"? ¿Qué son? ¿Qué no son? También el micro-relato de Luis Mateo Díez, "La carta" - "Todas las mañanas llego a la oficina, me siento, enciendo la lámpara, abro el portafolios y antes de empezar la tarea diaria, escribo una línea en una larga carta donde, desde hace seis años, explico minuciosamente las razones de mi suicidio.” ¿Qué hace el protagonista todos los días? ¿Qué explica?, etc. Bueno salieron unos ejemplos un tanto, depresivos, pero no todos son así. De todos modos, bien sabido que el autor latino tiene una tendencia a lo oscuro. Ya escribiré un post dedicado al trabajo con micro-relatos. Es un tema por sí mismo.

Suelo dar a los alumnos de nivel inicial, alguna historia o pequeña "novela" para leer en casa. Los cuentos que utilizo son escritos especialmente para alumnos de español como lengua extranjera. Por ejemplo, del libro de Lourdes Miquel y Neus Sans, "Lola Lago, Detective" el cuento "Vacaciones al sol" o " Por amor al arte" (editorial Difusión). Me gusta mucho también el libro "América Latina" de D. Soler-Espiauba, títulos como "Guantanameras," "Taxi a Coyoacán," "Más conchas que un galpago", son un clásico en mis clases. Estos son un poquito más difíciles, se pueden dar antes de empezar con los pasados, si bien los textos tienen en especial pretérito perfecto, son muy fáciles y me parece muy bien que los alumnos se vayan familiarizando con estas estructuras.
Si bien estos libros son escritos para los alumnos y las historias son un poco, como decirlo delicadamente, un poco bobas, nos permite, en estos niveles bajos, introducir la lectura y aspectos culturales de América Latina.
En general les doy de tarea para leer uno o dos capítulos y la clase próxima debatimos guiándonos con preguntas que he preparado de antemano.
No teman a que los alumnos no entiendan. Por supuesto que no entenderán todo, pero yo siempre les digo a mis estudiantes que lo importante no es entender cada palabra, sino la idea en general. Les recomiendo por este motivo no leer pegados al diccionario, buscando cada palabra ya qu de este modo la lectura se convertirá muy tediosa. Entender en general es suficiente, buscar sólo las palabras que consideran que son imprescindibles para entender la idea. Al principio, es posible que el alumno se sienta frustrado, porque entiende cuánto no sabe y cuánto le queda por aprender, pero rápidamente, cuando comenzamos con los debates en clase y se dan cuenta de cuánto entendieron, les da una gran satisfacción. Es ver la parte del vaso llena y no la parte vacía. Incentiven a sus alumnos, avísenles de antemano que les será un poco difícil, díganles que es común, no les dejen bajar los brazos frente a la lectura y sus dificultades. Motiven.
Les recomiendo echar un vistazo a Historias debajo de la Luna del sitio de Instituto Cervantes, allí encontrarán cuentos con su consiguiente trabajo para la clase.  


Niveles intermedios y avanzados
En estos niveles me tomo mucha más libertad e incluyo cuentos "reales" (a veces los adapto un poco). La dificultad aquí también es grande para los alumnos, muchas palabras desconocidas, estructuras gramaticales imposibles, pretéritos pluscuampefectos del subjuntivo y más. Pero nuevamente, no creo que deban saber todas las estructuras para entender, ni entender todas las palabras para comprender lo que transmite el autor en su cuento.
La lectura nos servirá para transportarnos a otros lugares, entrar en la piel de diferentes personajes. Hacer volar la imaginación nos permite analizar y debatir, ¡logramos incentivar la comunicación funcional tan naturalmente! Ya lo dijo el humorista español José Miguel Monzón: "La lectura es la gran proveedora de argumentos, es la clave para que los demás te escuchen" Y esto es perfecto para nuestra clase de español. Un cuento, que mejor excusa para hablar.
Además, de este modo empujamos al alumno a acercase a la cultura latina, tan diferente a las otras culturas. Muchas veces el estilo latino choca un poco con la idiosincrasia del alumno, siendo el cuento latino una lectura tan comprometida con la realidad y el escritor latino tantas veces tan crudo, tan duro, aunque al mismo tiempo tan romántico, utópico y soñador. Lo que más me gusta es trabajar el realismo mágico. Autores como G. García Márquez, Laura Esquivel, Juan Rulfo o Alejo Carpentier, son mis favoritos.
Les propongo aquí, como para empezar, dos cuentos que me gusta mucho trabajar: "El otro yo"  de Benedetti y "El Elefante encadenado"  de Bucay. Estos dos cuentos nos brindan suficientes argumentos, para conversar con los alumnos temas que siempre interesan a todos.
También les propongo tomar frases del texto y realizar ejercicios gramaticales (según el tema que se esté estudiando). Se pueden trabajar expresiones idiomáticas, expresiones figurativas, conectores de tiempo, de lugar, de argumentación, de oposición, pronombres relativos, etc.

Y para terminar, ya que estoy tan literaria hoy, una frase del grandioso de Borges "Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca."


Lectura recomendada: Un cuento para la clase: “El otro yo”

Lee también: Capacitación para profesores de Español: Coaching, una nueva propuesta

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada Vanesa, muy interesante tu blog. Estoy pensando en dar clases de español en Buenos Aires. He visto que vivís en Israel pero venís de acá. Me gustaría saber (tal vez ya lo posteaste y no lo vi): ¿cómo resolviste el tema del "vos", el acento argentino y la conjugación de verbos? ¿Intentaste acudir al famoso “castellano neutro” o enseñaste en “argentino”?
Gracias por todo,
Saludos cordiales,
Francisco

Vanesa Bindenmaister dijo...

Francisco
Muy interesante tu pregunta. Realmente, esto depende de los objetivos de estudio del alumnos. Hay alumnos que quieren saber y hablar el "castellano argentino" y en especial si enseñas en Baires. En Europa se estila enseñar algo un poco más neutro, es decir, la pronunciación que usa la mayoría de países hispanohablantes...Creo que deberás verlo con el alumno o tomar una decisión definitiva e ir con ella adelante. Mucha suerte!

masa dijo...

Me ha gustado mucho su blog,gracias por compartir.Saludos

Vanesa Bindenmaister dijo...

Muchas gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Hola Vanesa, muy bueno tu blog, te felicito, muy útil. Comentario aparte: fijate que la palabra esencial no lleva "sc".
Saludos

Vanesa Bindenmaister dijo...

Gracias por tus palabras y por supuesto por la corrección.
Saludos,

Bea dijo...

Hoy di mi primera clase de Español. Usé dos cuentos de Eduardo Galeano del Libro de los Abrazos, muchos verbos en pasado que es lo que les dificulta más. También el principio de Cien años de Soledad y de La Casa de los Espíritus. Muchas gracias por tus aportes!

Anónimo dijo...

No creo que se deba ensenar espanol argentine, cubano o mexicano. Creo que eso es absurdo. (A pessar que en lo personal, soy amante a todas las cosas de los argentines) La ensenanza no se puede politizar. Se tiene que ensenar un lenguaje simple y practico para no confundir a nuestro alumnus. Ya Habra tiempo para que ellos, al aprofundizar, se lancen por cualquier otra via. Una lengua es una fuente inagotable de dichos, locuciones y expresiones.

Cathy dijo...

Muchas gracias por tan maravilloso blog. Es muy útil sobre todo porque estoy empezando como profesora de Español para jóvenes.

Saludos desde Panama

Geisha dijo...

Muy bien la entrada, pero es imposible leerla totalmente por el anuncio que tapa el texto al principio y que dificulta mucho la lectura.